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Guión para comentar un paisaje agrario e industrial

Guión para comentar un paisaje agrario e industrial

GUIÓN PARA EL COMENTARIO DE PAISAJES
GEOGRAFÍA 2º BACHILLERATO
Ha de tenerse en cuenta que, para el comentario geográfico de una paisaje, se deben considerar todos aquellos aspectos susceptibles de ser analizados desde esta perspectiva y que se encuentran en dicho paisaje, es decir, el pai-saje puede contener elementos muy variados (naturales, agrícolas, industriales, terciarios o de servicios) por lo que han de tenerse en cuenta todos ellos y sus interrelaciones a la hora de desarrollar el comentario.
I. PAISAJE NATURAL:
1. Análisis de los elementos naturales:
a) Relieve:
- Formas de relieve (montaña, llanura, costa, ...).
- Formas del modelado (granítico, calcá-reo, arcilloso, producto de la erosión di-ferencial, ...).
b) Vegetación: Tipos (bosque, matorral, prado, ...), especies, extensión, distribución, ...
c) Suelos: Tipos (Terra fusca, terra rossa, tierra parda meridional, suelo aluvial, volcánico, ...), calidad.
d) Aguas: Tipo (mar, ríos, arroyos, acuíferos, ...), localización, régimen y caudal de los rí-os.
e) Clima: A deducir de los apartados anteriores.
2. Localización geográfica del paisaje: En base a los elementos naturales analizados, localizar lo más aproximadamente posible el paisaje presentado
3. Interrelaciones entre el medio natural y la activi-dad humana: Analizar las influencias entre el me-dio (relieve, vegetación, suelos, aguas, clima) y el ser humano (posible aprovechamiento de recur-sos, si favorecen o no ciertas actividades econó-micas o el asentamiento humano, etc.). En el caso de que el paisaje sea estrictamente natural, central este apartado en el posible impacto de las activi-dades humanas en el medio y las medidas y polí-ticas de protección y conservación medioambien-tal.
II. PAISAJE RURAL (AGRO–PECUARIO, PESQUERO, EXPLOTACIÓN FORESTAL):
Los paisajes rurales resultan de la combinación del medio natural con la actividad agraria del ser humano. Por lo tanto, a la hora de hacer un comentario de ellos, hay que tener en cuenta ambos aspectos.
1. Emplazamiento: paisaje de interior, costa, monta-ña, valle, etc.
2. Análisis de los elementos naturales (aplicar el apartado I, sintetizando los principales aspectos).
3. Análisis de los elementos humanos:
a) Rasgos de la estructura agraria:
- Tamaño, forma y límites de las parcelas.
- Técnicas de producción (tradicionales o modernas, maquinaria, tipo de abonado, invernaderos, riego por goteo, ...)
b) Poblamiento y hábitat rural: tipología del po-blamiento (concentrado, disperso, ...) y del agrupamiento (lineal, apiñado); otras forma de poblamiento (urbanizaciones, ...); caracte-rísticas de la casa rural (tradicional, nuevos modelos, ...) y su integración con el medio.
c) Red viaria: Tipo (imbricada, yuxtapuesta), impacto sobre el medio rural, etc.
d) Actuaciones políticas: Obras hidráulicas, concentración parcelaria, ...
4. Análisis de los usos del espacio rural:
a) Localización y extensión de cada uso del sue-lo: agrícola, ganadero, forestal.
b) Usos agrarios del suelo:
- Tipos de cultivo, de ganado y de espe-cies forestales.
- Sistemas de producción agrícola (rota-ción de cultivos, barbecho, seca-no/regadío –obras hidráulicas–) y de producción ganadera (pastos naturales, estabulación, ...)
- Rendimiento y productividad: sistemas extensivos o intensivos, de alta o de baja productividad.
- Destino de la producción: autoconsumo, mercado, transformación industrial. Pue-de deducirse del grado de desarrollo del paisaje, de la especialización de produc-tos, de la presencia de industrias agroa-limentarias, etc.
c) Otros usos del suelo: residencial, industrial, turístico, etc.
5. Localización del paisaje rural: según los apartados anteriores, determinar el tipo de paisaje rural y su posible localización, lo más aproximadamente po-sible.
6. Problemas del espacio rural:
a) Relacionados con la actividad agraria: tipo de actividades, tamaño de las parcelas, infraes-tructuras y equipamientos, ...
b) Relacionados con el medio ambiente: impac-to de las actividades humanas (sobreexplota-ción, contaminación, ...); por abandono de la actividad (éxodo rural, ...).
7. Perspectivas de futuro: previsiones según el grado de desarrollo actual y con la PAC, posibilidades de ordenación del espacio rural, etc.
Comentario de Paisajes – 1
Geografía – 2º Bachillerato
III. PAISAJE INDUSTRIAL (MINERÍA, INDUSTRIA):
1. Localización industrial:
a) Localización geográfica concreta y caracte-rísticas físicas del terreno y del entorno (to-pografía, interior, costa, urbano, rural, ...)
b) Factores de la localización industrial:
- Clásicos: materias primas, fuentes de energía, mercado, transporte, mano de obra, capital, ...
- Nuevos: difusión industrial, industriali-zación endógena, ...
c) Tipos de localización industrial:
- Concentrada o dispersa.
- Ventajas e inconvenientes de cada tipo de localización en el caso tratado.
d) Localización concreta en el espacio:
- Industria aislada, polígono industrial clá-sico, polígonos industriales modernos (parques empresariales y tecnológicos); organización y tamaño del polígono; ta-maño de las parcelas ocupadas por la in-dustria.
- Servicios dependientes directa o indirec-tamente de las industrial (talleres, alma-cenes, oficinas, transportes, ...) y su cali-dad o deterioro.
2. Características generales de la industria:
a) Tipo de industria: pesada (de base o de bie-nes de equipo), ligera (de uso y consumo).
b) Sector productivo al que pertenece: metalur-gia, química, agroalimentario, mecánica, etc.
c) Tamaño y grado de desarrollo tecnológico.
d) Importancia y situación actual del tipo de in-dustria o del sector (sectores maduros, en de-clive, reconversión, en desarrollo, ...)
3. Problemáticas:
a) Problemas estructurales.
b) Repercusiones de la pertenencia a la UE.
c) Repercusiones medioambientales de la indus-tria.
4. Perspectivas de futuro: señalar las perspectivas de futuro de la actividad industrial analizada (favo-rable o desfavorable –en este caso se deben plan-tear posibles soluciones o alternativas–).
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Vista de la P.I.

Vista de la P.I.

SAN ROMERO DE AMÉRICA Cuando en octubre de 1984 llegué a El Salvador lo primero que hice fue visitar la tumba del arzobispo Oscar Arnulfo Romero en la catedral metropolitana. No podía olvidar su horrible muerte mientras oficiaba una misa en la capilla del hospital para cancerosos Divina Providencia.

 


Retrato del arzobispo Romero.
GERVASIO SÁNCHEZ

 Había ocurrido el 24 de marzo de 1980 cuando yo estudiaba mi primer curso de periodismo. El francotirador cobarde le había destrozado el corazón frente al altar mayor y los propiciadores del crimen lo habían celebrado durante varios días. La guerra civil salvadoreña había empezado unos meses antes. Los escuadrones de la muerte ya actuaban con absoluta impunidad. Sus jefes, entre los que destacaba un ex militar llamado Roberto D´Aubuisson, habían hecho correr un eslogan siniestro: “Hagan patria, maten a un cura”.

Delante de su tumba recordé la homilía del día anterior a su asesinato. Hizo un enérgico llamamiento al ejército salvadoreño: “Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: “No matar”. Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla”. El alegato acabó con una frase histórica: “En nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión”.
Desde entonces he visitado su tumba decenas de veces, algunas coincidiendo con nuevos aniversarios, otras con negociaciones de paz, las más porque pasaba por allí y quería sentir de nuevo la devoción que irradia este hombre, al que llaman San Romero de América, entre los más pobres de El Salvador.
Algunas humildes vendedoras abandonaban sus puestos en el mercado durante unos minutos y se acercaban a pedir un deseo. Alguna madre que buscaba a su hijo desaparecido le suplicaba que intercediera ante los secuestradores. Algún mutilado rogaba por una pierna de plástico. Algún niño suplicaba el fin de la guerra.

Un grupo de estadounidenses visita su tumba.
GERVASIO SÁNCHEZ

La tumba de Romero fue cambiada de lugar hace unos años. El horario restringido evita la afluencia de público como en el pasado. Descansa en la cripta de la catedral en un panteón que muestra su cuerpo “durmiendo el sueño de los justos”, rodeado por los cuatro evangelistas que lo envuelven en un precioso paño.
Uno de los visitantes es muy crítico con la jerarquía salvadoreña: “Les molesta la fama de Monseñor. Por eso restringen las visitas. Arriba está la iglesia de los ricos y en la cripta la de los pobres”. Otro visitante no tiene

dudas cuando dice muy emocionado: “Él es un santo”. Para Rosa Guerra Romero “es como un segundo padre” y por eso viene a visitarlo cada vez que se siente mal o cuando le quiere dar una alegría. “Lo mataron por decir la verdad. Nuestra iglesia está huérfana de pastores desde entonces”, comenta.
Un grupo de estadounidenses visita la tumba. Uno de ellos lleva una camiseta con el retrato del prelado. Pertenecen a la comunidad católica de Ohio y han ayudado económicamente a construir dos iglesias en Soyapango, un pueblo cercano a la capital. Cuando le pregunto qué significado tiene la figura del arzobispo mártir responde sin un ápice de duda: “Romero es mi héroe”.
La causa para la beatificación del religioso, que se abrió en 1994, ha encontrado numerosos obstáculos en el Vaticano. Los más críticos afirman que la curia no está dispuesto a beatificar a un arzobispo que se enfrentó a la oligarquía salvadoreña y críticó con dureza las desapariciones forzosas y la impunidad. Pero el propio Juan Pablo II visitó su tumba en dos ocasiones y lo citó entre los mártires del siglo XX.
Un grupo de monjas de la Asunción entran en la cripta sin esconder sus intenciones: “Venimos a rezar a Dios y a Romero para que se produzca el cambio político en El Salvador en las próximas elecciones”. Se sientan en unas sillas de plástico y comienzan a cantar:

“El 24 de marzo la iglesia no olvidará.
Otra vez bañan con sangre
al que dijo la verdad.
Hoy nos quitaron al hombre
más valioso de la iglesia
por su ejemplo y valentía,
un verdadero profeta.
Recuerdo cuando llegaba
a nuestros cantones
a ver a los campesinos,
a ver a tu gente pobre
Oscar Romero no ha muerto,
vive en la lucha del pueblo
que nunca olvida su heroico ejemplo.

Las monjas se refugian en la oración durante cuarenta y cinco minutos. Antes de marcharse entonan un canto final:
Símbolo de rebeldía,
fue tu manera de amar.
Serás siempre profeta,
guía de la libertad.
Monseñor vives hoy en
el corazón del pueblo
que tanto te amó.
Monseñor, tu verdad
nos hace marchar
hacia la victoria final.

Pirámide de población 1998

 

COMENTA LA PIRÁMIDE DE POBLACIÓN DE LA PÁGINA 161, REFERIDA AL AÑO 1998.

 

 

 

Esta gráfica representa una pirámide de población que plasma la estructura de la población española por sexo y edad en el año 1998. A partir de ella pueden analizarse también los sucesos que han tenido repercusiones demográficas en los cien años anteriores a los que se refiere la pirámide. La fuente  es el INE, Instituto Nacional de Estadística, y las cifras son absolutas, expresadas en millones.

 

Con relación a la estructura por sexo se observa un  mayor nacimiento de varones que de mujeres( la barra de los 0-4 años es más larga del lado de los varones). No obstante según ascendemos en la gráfica observamos que llega un momento en que los efectivos de los dos sexos se igualan, en este caso en el tramo de edades comprendidas entre 30 y 34 años. Posteriormente hay un desequilibrio  a favor de las mujeres, puesto que son más numerosas las  ancianas. Esto es debido a una mayor esperanza de vida de las mujeres por razones biológicas (inmunológicas y hormonales), socioculturales (mejores hábitos de vida y alimenticios así como trabajos menos duros) y la asistencia de  partos en clínicas. Por otro lado los hombres han sido objeto de emigraciones y sobre todo  presentan unas mayores tasas de mortalidad  por sus peores hábitos de vida (alcohol, tabaco, peor alimentación, vida desordenada, etc.), porque  desempeñan trabajos más duros y  participan en guerras. Como consecuencia el índice de mujeres ancianas es sustancialmente más elevado que el de ancianos. Aunque cada vez más la mujer toma hábitos y formas de vida que anteriormente eran propios de los hombres (trabajo, alcohol, tabaco, etc.), lo que redundará en una menor diferencia.

 

Respecto a la estructura por edad comprobamos que la población española se define por su envejecimiento  Hecho que se pone de manifiesto en la forma de la pirámide. La forma de urna muestra una  población  envejecida, con un porcentaje de ancianos (65 ó más años)superior al 12% mientras que los jóvenes (0-14 años) son un porcentaje escaso. Este envejecimiento es debido a la escasa natalidad,  manifiesta desde 1976 y un aumento de la esperanza de vida como indica el alto número de ancianos. El descenso de la natalidad se debe a las siguientes causas: La situación económica que siguió a la crisis de 1975 que supuso un grave aumento del paro que hizo reducir los nacimientos  y retrasar la edad del matrimonio. A partir de los 80,  la precarización de los  contratos laborales, el alto precio de la vivienda que ha impedido  a los jóvenes emanciparse y les ha obligado  a prolongar su período de formación y permanencia con los padres y la crisis económica de los noventa. La escasez de puestos de trabajo a tiempo parcial  y de guarderías  a precios asequibles que dificulta  compatibilizar la maternidad con el trabajo. Además el cambio de mentalidad en la sociedad a partir de la transición a la democracia, con la disminución de la influencia religiosa, despenalización y uso de anticonceptivos, despenalización del aborto en ciertos supuestos, nuevo papel social de la mujer (importancia del trabajo), preponderancia de las relaciones de pareja sobre las reproductoras y surgimiento de nuevas formas familiares menos prolíficas. Y por último,  el aumento del nivel de vida que supuso un progreso en la protección social y  del nivel cultural( se valora la formación y el bienestar del hijo y se prefiere tener menos y mejor atendidos y además se aspira  a mejoras materiales. La adquisición de bienes de consumo y el disfrute del tiempo libre compiten con los gastos y la dedicación que requieren los hijos, lo que incide en la reducción de su número).

El  descenso de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida se ha debido a progresos médicos y sanitarios, las mejoras en la higiene y en la dieta y la elevación del nivel educativo y cultural, y además la mortalidad infantil  ha disminuido.

Las consecuencias que podemos extraer de la existencia de una población envejecida son: Efecto sobre la financiación de  las pensiones, puesto que disminuirá el número de cotizaciones y aumentará el número de perceptores, sobre  la salud, puesto que los ancianos consumen un elevado número de recursos médicos y farmacológicos. Estos gastos se incrementarán por una mayor localización de los ancianos en áreas rurales. Y  finalmente, sobre  la integración social, determinada por la insuficiente existencia de residencias y la necesidad de actividades enfocadas a ellos.

 

Podemos destacar  los siguientes hechos con repercusiones demográficas reflejados en la pirámide:

En las barras superiores podemos observar  como el impacto de  la epidemia de gripe de 1918 afecta al tramo de edad  entre  80-84 años. De la Guerra Civil en aquellos hombres (entre 20 y 30 años) que participaron en la contienda, nacidos entre 1906-1916 se refleja en el tramo de 80, 85 y + años

El entrante de 1936- 1940 (Representado en los tramos de edad de 59-64), corresponde a los no nacidos durante la Guerra Civil y a los exiliados políticos, agravado porque los adultos que debían procrear eran también escasos.

Entre 1941-1955 se observa una mediocre fecundidad de la posguerra, (representado en los tramos de edad de  40-59)  en la que no se produjo un aumento de la natalidad a pesar de la política natalista de Franco,  por la carestía, el bloque internacional, el desabastecimiento y la  autarquía económica.

- Entre 1956-65 aparece el boom de natalidad, para algunos el postbélico retrasado, ( reflejado en tramo 30-44 años) debido a la suavización y fin de la política autárquica, al desarrollo económico de los sesenta y  la disminución de la mortalidad. Los efectivos aún hubieran sido mayores de no haber sido por la corriente migratoria a Europa.

- Entre 1966-1975, ( expuesto en  los tramos de edad de 20-34- años),  vemos una estabilización de los efectivos porque es la época de auge de la emigración del campo a la ciudad, que obliga a reducir el tamaño de la familia. Además corresponde procrear a las generaciones menos numerosas nacidas durante la guerra y la posguerra..

- Desde 1976 la pirámide hace un entrante de cinco barras (tramo de 24-0 años), debido a la reducción de la natalidad por las causas ya señaladas. Este descenso aún hubiera sido mayor de no haber sido por el retorno de los emigrados y la inmigración.

Esta situación permite prever  que en los próximos años continuará este estancamiento de la natalidad, quizás con algún repunte por la mejora económica y los nacidos de  inmigrantes, así como un aumento de la mortalidad por el alto índice de ancianos. Esta situación tendrá como consecuencia un crecimiento real de la población española bajo, determinado fundamentalmente por la cada vez mayor entrada de inmigrantes. Todo ello pone de manifiesto la necesidad de realizar en nuestro país políticas natalistas más eficaces similares a las que se están desarrollando en países de nuestro entorno como Francia.

 

Pirámides de población de 1960 y 1996

Pirámides de población:  analiza y comenta las siguientes pirámides de los años 1960 y 1996.

 

Las gráficas que se nos presentan son dos pirámides de población que plasman la estructura de la población española por sexo y edad en dos años concretos, 1960 y 1996. A partir de ella pueden analizarse también los sucesos que han tenido repercusiones demográficas en los cien años anteriores a los que se refiere la pirámide. La fuente no aparece pero estos datos proceden del INE, Instituto Nacional de Estadística, y las cifras son absolutas, indicadas en miles en cada grupo de edad y  cifras relativas en referencia al sexo.

 

Con relación a la estructura por sexo en ambas pirámides se observa un  mayor nacimiento de varones que de mujeres( la barra de los 0-4 años es más larga del lado de los varones). No obstante según ascendemos en la gráfica observamos que llega un momento en que los efectivos de los dos sexos se igualan,  en el año 1960 en el tramo de edades comprendidas entre 20 y 24 años y en el año 1996 entre 30 y 34 años. Posteriormente hay un desequilibrio  a favor de las mujeres, puesto que son más numerosas las  ancianas. Esto es debido a una mayor esperanza de vida de las mujeres por razones biológicas (inmunológicas y hormonales), socioculturales (mejores hábitos de vida y alimenticios así como trabajos menos duros) y la asistencia de  partos en clínicas. Por otro lado los hombres han sido objeto de emigraciones y sobre todo  presentan unas mayores tasas de mortalidad  por sus peores hábitos de vida (alcohol, tabaco, peor alimentación, vida desordenada, etc.), porque  desempeñan trabajos más duros y  participan en guerras. Como consecuencia el índice de mujeres ancianas es sustancialmente más elevado que el de ancianos. Aunque cada vez más la mujer toma hábitos y formas de vida que anteriormente eran propios de los hombres (trabajo, alcohol, tabaco, etc.), lo que redundará en una menor diferencia.

 

Respecto a la estructura por edad comprobamos que la población española ha envejecido. Hecho que se pone de manifiesto en la evolución de la forma de la pirámide.  La pirámide de 1960 tiene forma de campana u ojiva y la de 1996 de urna. En el año 1960, la forma de campana es indicativa de una población adulta, (población joven,  entre 0-14 años son un  27,3%) y un porcentaje de ancianos inferior al 12% (Los mayores de 64 años suponen un 8, 2%). Las causas de esta situación son: Por un lado un descenso suave de la natalidad determinado  por los sucesos históricos. Por ello existen momentos de mayor decrecimiento, crisis económica de 1929, la inestabilidad política del 31 al 36, la Guerra Civil y posguerra, en la que hallamos dificultades económicas agravadas por el bloqueo internacional, en la que apenas repercutió la política natalista de Franco. Y los años finales del desarrollismo (1965-75) debido a las migraciones del campo a la ciudad y los problemas de viviendas. La recuperación se dio en los años 20, período de prosperidad y entre los años 1956-65, donde situamos el Baby boom postbélico retrasado gracias al fin del bloqueo internacional y la recuperación de la economía. Y por otro lado asistimos también a un descenso notable de la mortalidad( dos únicos momentos de mortalidad catastrófica, gripe de 1918 y la Guerra Civil), por los avances médicos y sanitarios(antibióticos, vacunas, nacimientos en clínicas, extensión de la sanidad pública, la mejora de la higiene),  el aumento  del nivel de vida (mejora de la dieta), el aumento del nivel educativo y cultural,  y la disminución de la mortalidad infantil (partos en clínicas y mejoras de la pediatría y de la  alimentación infantil). Estas tasas permitieron un crecimiento vegetativo alto manifiesto en que todavía es perceptible la forma triangular ya que las generaciones más numerosas están  en la base, la consecuencia es el relevo generacional y la existencia de muchos activos trabajando y poca población dependiente.

En el año 1996 la forma de urna muestra una  población  envejecida, con un porcentaje de ancianos  superior al 12% (15,6 %), mientras que los jóvenes son un porcentaje escaso (16,17 %). Este envejecimiento es debido a la escasa natalidad, manifiesta desde 1976 y un aumento de la esperanza de vida como indica el alto número de ancianos. Idea remarcada por  el índice de envejecimiento que se sitúa en 1996 en el 0,965 frente al 0,300 de 1960.  El descenso de la natalidad se debe a las siguientes causas: La situación económica que siguió a la crisis de 1975 que supuso un grave aumento del paro que hizo reducir los nacimientos  y retrasar la edad del matrimonio. A partir de los 80,  la precarización de los  contratos laborales, el alto precio de la vivienda y la crisis económica de los noventa. Además el cambio de mentalidad en la sociedad a partir de la transición a la democracia, con la disminución de la influencia religiosa, despenalización y uso de anticonceptivos, despenalización del aborto en ciertos supuestos, incorporación de la mujer al trabajo, preponderancia de las relaciones de pareja y surgimiento de nuevas formas familiares menos prolíficas. Y por último,  el aumento del nivel de vida que supuso un progreso en la protección social y  del nivel cultural( se valora la formación y el bienestar del hijo y se prefiere tente menos y mejor atendidos y se aspira  a mejoras materiales, la adquisición de bienes de consumo y el disfrute del tiempo libre compiten con los gastos y la dedicación que requieren los hijos, lo que incide en la reducción de su número).

El  descenso de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida se ha debido a progresos médicos y sanitarios, las mejoras en la higiene y en la dieta y la elevación del nivel educativo y cultural. Además la  mortalidad infantil ha disminuido.

La consecuencia que podemos extraer de la evolución de la población española a partir de ambas pirámides es el envejecimiento. Hecho que afectará al futuro de las pensiones, puesto que disminuirá el número de cotizaciones y aumentará el número de perceptores, a la salud, puesto que los ancianos consumen un elevado número de recursos médicos y farmacológicos. Estos gastos  se incrementarán por una mayor  localización de los ancianos en áreas rurales. Y  finalmente, a la integración social, determinada por la insuficiente existencia de residencias y la necesidad de actividades enfocadas a ellos.

 

Podemos destacar  los siguientes hechos con repercusiones demográficas reflejadas en ambas pirámides.

En las barras superiores podemos observar  el efecto de la epidemia de gripe de 1918, esta  repercute en  1960, en el tramo de 40-44 años y en 1996 entre 75-79 años. El impacto de la Guerra Civil  se manifiesta  en aquellos hombres (entre 20 y 30 años) que participaron en la contienda, en 1960 afecta al tramo de edad  de 45-59 años, en 1996 de 80-85 y + años.

La crisis  económica del 29 podemos encontrarla en el entrante del tramo de edades de 30-34 años en 1960 y en 1996 entre 65-69 años.

El entrante de 1936- 1940 (Representado en los tramos de edad de 20-24 en 1960 y de 55-59 en 1996), corresponde a los no nacidos durante la Guerra Civil y a los exiliados políticos, agravado porque los adultos que debían procrear eran también escasos.

Entre 1941-1955 se observa una mediocre fecundidad de la posguerra, (representado en los tramos de edad de 1960: 5-19 y 1996: 40-54)  en la que no se produjo un aumento de la natalidad a pesar de la política natalista de Franco, por el desabastecimiento, la carestía, la política autárquica y el bloqueo internacional.

- Entre 1956-65 aparece el boom de natalidad, para algunos el postbélico retrasado, ( reflejado en 1960, tramos de 0-4 años; 1996, 30-39 años) debido a la suavización y fin de la política autárquica, al desarrollo económico de los sesenta y  la disminución de la mortalidad. Los efectivos aún hubieran sido mayores de no haber sido por la corriente migratoria a Europa.

- Entre 1966-1975,  expuesto en 1996 en los tramos de edad de 29-20 años,  vemos una estabilización de los efectivos porque es la época de auge de la emigración del campo a la ciudad, que obliga a reducir el tamaño de la familia. Además corresponde procrear a las generaciones menos numerosas nacidas durante la guerra y la posguerra..

- Desde 1976 la pirámide hace un entrante de cuatro barras debido a la reducción de la natalidad por las causas ya señaladas. Este descenso aún hubiera sido mayor de no haber sido por el retorno de los emigrados y la inmigración.

Esta situación permite prever  que en los próximos años continuará este estancamiento de la natalidad, quizás con algún repunte por la mejora económica y los nacidos de  inmigrantes, así como un aumento de la mortalidad por el elevado índice de ancianos. Esta situación tendrá como consecuencia un crecimiento real de la población española bajo, determinado fundamentalmente por la cada vez mayor entrada de inmigrantes. Todo ello pone de manifiesto la necesidad de realizar en nuestro país políticas natalistas más eficaces similares a las que se están desarrollando en países de nuestro entorno como Francia.

 

 

MENTIRAS EN TIEMPOS DE GUERRA

Un ejército poderoso dispara sin piedad, destroza sin piedad, hiere sin piedad, mata sin piedad. Un estado poderoso justifica los crímenes, permite las violaciones de las leyes de guerra, prohíbe la atención y evacuación de los heridos y miente en tiempos de guerra a su población. Sin piedad. Sin vergüenza. Sin derechos. Sin testigos.

Llevan años justificando las matanzas de civiles con excusas repugnantes que sus propias comisiones de investigación acaban rechazando años después. Más de 17.000 libaneses, en su mayoría civiles, murieron en la invasión del Líbano de 1982. Permitieron la masacre de casi dos millares de mujeres, niños y ancianos en Sabra y Chatila. Bombardearon una base de la ONU en 1996 en el sur de Líbano, matando a un centenar de civiles, la mitad niños. Mataron a 1.200 civiles en el verano de hace dos años y destrozaron las infraestructuras del país vecino para vengar la captura de dos soldados israelíes por milicianos de Hezbolá.

Sus dirigentes políticos y militares han institucionalizado la mentira. Han acusado a los combatientes enemigos de utilizar a la población civil como escudos humanos y de hacer montajes con las víctimas civiles. Como si fuese necesario escenificar el dolor y la muerte.

Si existiese un Tribunal Internacional Penal sobre crímenes de guerra en Oriente Medio, varios líderes políticos y militares israelíes estarían cumpliendo largas condenas en celdas cercanas a las de algunos líderes enemigos, como ocurre en La Haya con los criminales de la antigua Yugoslavia.

En los cuatro meses que transcurrieron entre julio y octubre de 2008, el alto el fuego pactado entre israelíes y palestinos sólo fue violado en contadas ocasiones. Apenas una docena de cohetes artesanales perturbó la tranquilidad en los pueblos israelíes vecinos a Gaza. Un enfrentamiento entre soldados israelíes y miembros de Hamás provocó esta nueva fase de tensión que ha desembocado en la masacre actual. Una acción de guerra perpetrada por Israel con el resultado de seis palestinos muertos volvió a abrir la caja de Pandora.

 

 

Las cifras de muertos son demoledoras. Desde el inicio de la Segunda Intifada en septiembre de 2000, casi 5.000 palestinos han muerto frente a 1.100 israelíes. En el año 2008, 650 palestinos murieron frente a 25 israelíes. Desde el inicio de los actuales ataques contra Gaza, casi un millar de palestinos han muerto frente a una quincena de israelíes (varias víctimas por fuego amigo). En la llamada Primera Intifada, que se inicio el 9 de diciembre de 1987 y que concluyó el 13 de septiembre de 1993, 1.162 palestinos y 160 israelíes perecieron en los enfrentamientos.

La repulsa contra el uso indiscriminado de la fuerza por parte de Israel es generalizada en el mundo entero. Incluso personas simpatizantes del el estado hebreo son muy críticas con este nuevo capítulo de violencia descarnada.

 

 

 

 

 

 

 

Xavier Rubert de Ventós, en La Vanguardia, admite su empatía con el pueblo judío pero “me duelen sus errores”. El filósofo es muy claro: “El bombardeo de un sitio cerrado como Gaza es comparable al gueto de Varsovia, pero ahora con aviación”. También en La Vanguardia Fernando Savater afirma que el estado de Israel tiene el derecho y el deber de defender a la población de los ataques terroristas. Pero agrega sin cortapisas que “nada justifica la aniquilación de la población civil de Gaza”.

Joan B. Culla i Clara, conocido por sus simpatías proisraelíes, admite en El País que aún siendo parciales, “las imágenes de Gaza reflejan una situación cada día más insoportable para la conciencia universal”. En este mismo diario Mario Vargas Llosa afirma que “los cadáveres y ríos de sangre de estos días sólo servirán para levantar nuevos obstáculos y sembrar más resentimientos y rabia en el camino de la negociación”.

Pero las críticas más contundentes son realizadas por la minoría judía asqueada de la utilización permanente de la violencia para diezmar a la población civil. El enviado especial de la ONU para los derechos humanos en Palestina, el académico judío estadounidense Richard Folk, ha acusado a Israel de cometer “un crimen contra la humanidad” y ha pedido que se cree un tribunal internacional penal para determinar las responsabilidades de los dirigentes israelíes.

El columnista Roger Cohen escribe en The New York Times que “nunca me he sentido tan descorazonado respecto a Israel, tan avergonzado por sus acciones, tan pesimista respecto de algún tipo de paz que pueda acabar con el dominio de los muertos y dar una oportunidad a los vivos”. Y continua: “Sí, es necesario darle una respuesta a Hamas, pero hacer volar en pedazos Gaza es la repuesta equivocada”.

El periodista israelí Gideon Levy ha escrito en Haaretz: “Cualquiera que justifique esta guerra justifica todos sus crímenes y quien la vea como una guerra defensiva debe cargar con la responsabilidad moral de sus consecuencias”.

David Hammerstein, eurodiputado español de origen judío, ha explicado después de visitar la franja de Gaza: “Decir que no hay crisis humanitaria es de un cinismo increíble. Y decir que la población está siendo utilizada como escudos humanos es hipócrita”. Además, ha criticado la cerrazón a la prensa internacional porque “una guerra sin testigos es la llave de la impunidad”.

Catorce mil niños mueren al día en África según el informe de UNICEF

Catorce mil niños mueren al día en África según el informe de UNICEF

Catorce mil niños mueren al día en África, según el informe "El estado de los niños de África (SOAC, en inglés) en el 2008", elaborado por UNICEF y presentado hoy por el ex presidente mozambiqueño Joachim Chissano en Nairobi.

El documento destaca que "cinco millones de niños africanos murieron antes de alcanzar los cinco años de edad, lo que supone una media de catorce mil niños al día."

Entre los diez países del mundo con mayor índice de mortalidad infantil, nueve son africanos, Sierra Leona ocupa el primer puesto, seguido de Angola, según el informe.

El informe señala que "con sólo el 22 por ciento de los nacimientos mundiales, el África subsahariana registra la mitad de las muertes de niños menores de cinco años de todo el mundo".

El primer ministro keniano, Raila Odinga, asistió también a la presentación del informe y lo consideró "un excelente paso para alertar de las causas que incrementan los índices de mortalidad infantil, como la malaria o la malnutrición".

El SOAC insiste en la necesidad, "de reforzar los lazos entre los países y trabajar en la solidaridad" para mejorar la "atención médica a la infancia desde el embarazo hasta la adolescencia", según Chissano.

La representante de UNICEF en Kenia, Olivia Yambi, dijo saber la forma de salvar la vida de un niño y ésta es "invertir a nivel comunitario".

Además de hacer un llamamiento a la participación de los países y las organizaciones en la inversión en sanidad infantil, el informe ilustra que las enfermedades del neonato son la primera causa de mortalidad, con un 25 por ciento, seguidas de la neumonía, con un 21 por ciento, y la malaria, con un 18 por ciento.